Medalla del Centenario
Medalla del Centenario
Está inspirada en las apariciones de la Virgen a Santa Catalina Labouré, a quien se le apareció en París en 1830.
Como debe saber, en aquella ocasión le prometió: «Todos los que usen [la medalla hecha según las indicaciones que había dado], colgada al cuello, recibirán grandes gracias».
Al igual que aquella medalla obtuvo muchos milagros, espero que esta medalla conmemorativa del Centenario de Fátima, usada con fe, sea para usted, y para todos, ocasión de muchas gracias de la Virgen y le proteja de los grandes y constantes peligros a los que un buen católico se enfrenta actualmente.
Verá qué bonita es la MEDALLA DEL CENTENARIO y fíjese en los varios elementos simbólicos que la componen.
En la parte frontal está la imagen de la Virgen con una bella corona y en la parte posterior una gran M, de María, una cruz, una espada y tres corazones. La corona simboliza la realeza de la Santísima Virgen y está adornada con algunas piedras preciosas, con los colores azul, rojo y lila. Su vestido y el velo son blancos como la nieve, que simbolizan la pureza de la Inmaculada. El manto es azul, el color que más representa a María. Sostiene un globo azul que representa a toda la Creación. En lo alto del globo hay una cruz, que nos muestra que Cristo es el Rey del universo.
En sus manos hay varios anillos, cada uno de un color y una gema diferente.
Los rayos que de ellos salen son las gracias derramadas sobre la humanidad.
Los pies de la Virgen aplastan la cabeza de una serpiente, que simboliza al demonio y toda forma del mal. La luna es una clara alusión a este versículo del Apocalipsis: «Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, y la luna bajo sus pies» (12, 1).
A la izquierda, está el sol, que representa a Jesucristo, nuestro Señor, el cual se hizo carne en el seno purísimo de María.
Alrededor de la medalla podrá leer la siguiente frase en latín: «Usquequo Domina sperabimus adventum Regni Mariae? - 2017», que quiere decir: ¿Hasta cuándo, Señora, esperaremos la venida del Reino de María? Esta frase resume el ardiente y filial anhelo que usted y nosotros tenemos de que, aún en estos pocos días que faltan para la clausura del año del Centenario de Fátima —de 1917 a 2017—, el tiempo de espera se acorte y sea implantado, por fin, el Reino de María.
En el reverso de la medalla verá, en la parte inferior, tres corazones: el Sagrado Corazón de Jesús, coronado de espinas, el Inmaculado Corazón de María, traspasado por una espada de dolor, y el corazón de cada fiel, del que salen gotas de sangre, lo que significa que debemos ofrecer oraciones y sacrificios en unión con los Corazones de Jesús y de María.
La cruz representa los sufrimientos de Cristo, así como los dolores y angustias que cada uno de nosotros debe soportar durante el camino de la vida.
La espada es una clara referencia a este fragmento de la carta de San Pablo a los efesios: «Poneos el casco de la salvación y empuñad la espada del Espíritu que es la palabra de Dios» (Ef 6, 17).
En lo alto, la letra M, simboliza la esperanza de la venida del triunfo de María, prometido en Fátima, es decir, el Reino de la Virgen, que tan ansiosamente suspiramos.
En el librito, que se adjunta, podrá leer con más detalles el significado y el simbolismo de cada elemento de la hermosa MEDALLA DEL CENTENARIO, acuñada por nuestra Asociación.
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