Imagencita Virgen de Fátima
3,50 €
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
De los innumerables títulos de la Madre de Dios, pocos son tan expresivos como el de Perpetuo Socorro. La milagrosa imagen venerada bajo esa invocación es rica en simbolismo.
Oración a la Virgen del Perpetuo Socorro.
Oh Madre del Perpetuo Socorro, gracias a este nombre mi corazón desborda confianza en ti.
Vengo aquí, frente a tus pies, a presentar todas las necesidades de mi vida y de mi muerte.
Vengo a llamar sobre todas estas miserias tu materno socorro.
¡Oh Madre mía!, dígnate escucharme desde el Cielo y darme una favorable acogida..
En todas mis dificultades y penas, R/ ¡ven en mi socorro, Madre caritativa!
En el momento peligroso de la tentación…
Cuando tenga la desgracia de caer en pecado, para que me levantes…
Si algún lazo funesto me encadena al servicio del demonio, para que pueda romperlo…
Si vivo en la tibieza, para que Jesucristo no me vomite de su boca…
Cuando sea negligente en acudir a Ti, para que en seguida te invoque…
Para recibir dignamente los sacramentos…
En todos los ejercicios de un cristiano fervoroso, sobre todo en la oración y meditación…
Para que conserve o recobre la castidad…
Para que adquiera la humildad…
Para que pueda amar a Dios de todo corazón…
Para que, por amor a Dios, me avenga en todo con su santa voluntad…
Para que cumpla fielmente los deberes de mi estado…
Cuando la enfermedad aflija mi cuerpo y abata mi alma…
Cuando la angustia y la tristeza se apoderen de mí…
Si Dios me sujeta al tormento de las penas interiores…
Si la Providencia me prueba con la pobreza o los reveses de la fortuna…
Si encuentro en mi propia familia motivo de dolor…
Cuando sea humillado, contrariado, maltratado…
Para que obtenga la salud y el bienestar de quienes me son queridos…
Para que logre la liberación de las almas del Purgatorio…
Para que coopere en la salvación de los pecadores…
Para que obtenga la gracia de la perseverancia final…
Cuando sobrevenga mi última enfermedad…
En mi último suspiro…
Cuando me presente ante tu Hijo que ha de ser mi Juez…
Cuando esté en el Purgatorio…
En todo tiempo y lugar…
Para que te sirva, ame e invoque siempre…
Para que te haga amar y servir por muchos cristianos…
Alabada, amada, invocada, bendita seas por siempre, ¡oh Virgen del Perpetuo Socorro!, esperanza mía, amor mío, Madre mía, felicidad y vida mía.
Así sea.
No hay ninguna opinión por el momento.